La queja de los besos negros

Alcanzar o aspirar a la totalidad es un sueño crítico-teórico que tiene
su pertinencia en el intento. Y si el mismo se concibe desde la poesía,
se convierte en caricia, en queja y en golpe. Este libro de Miguel Ángel
Náter, La queja de los besos negros, el tercero que publica, nos invita y
nos lleva a un viaje repleto de realidad. Pero no a la de un grupo o un
sujeto específico, sino a la realidad intrínsecamente humana. Este libro
representa una de las mejores propuestas poéticas de los últimos años.
Se funden en el poema la conciencia poética, lo político, la sexualidad,
la mitología, lo crítico, lo cotidiano, lo obsceno, Eros y Thanatos en todo
su esplendor.
Aquí las diferencias son puentes, conectores de significados que unen
al mundo para luego romperlo desde un perspectiva crítica. Este libro,
que es un solo y largo poema, se puede catalogar como poesía inmediata

y necesaria. Poesía para nuestro tiempo y de nuestro tiempo. Las imá-
genes, el ritmo, los encabalgamientos, las citas epigráficas, los títulos de

nuestras obras literarias como paradigmas cargados de sentidos, el refe-
rente bíblico, la erudición, la atmósfera alucinante y decadente, no son

un mero juego de significados o metáforas, sino una protesta, una crítica
a nuestra realidad caribeña, latinoamericana, pero sobre todo, humana.

Poema, protesta y poeta están unidos, son una fuerza irreprimible. To-
dos unidos, vestidos con sus mejores galas, la belleza de la palabra.

Mario O. Ayala Santiago