La muerte anduvo por el guasio
Al terminar la segunda lectura de (esta) novela, más detenida y espaciada que la primera, conturbaron mis pensamientos dos impresiones contradictorias: una, como natural sensación de gozo, de colmada satisfacción de este viejo catador de buenos libros, y... otra más que impresión, sentimiento de pena, de dolor recóndito por haber leído, por tener en mis manos y poseer, como precioso tesoro, la novela puertorriqueña que yo no pude escribir... -Miguel Meléndez Muñoz, en diario El Mundo (San Juan, Puerto Rico)
Casa Editora: Universidad de Puerto Rico (1976)
Páginas: 169