La generación que tomó las calles
por Manuel de J. González
$20.00
La Generación que tomó las calles de Manuel de J. González es una especie de manual
para ser joven, buscarse líos —al decir de Roque Dalton— y aprender a envejecer con dignidad. La referencia al poeta nicaragüense no es casual ni es capricho. Después de todo, los ocho ensayos aquí reunidos cuentan de cómo un jovencito de Moca, llegado a la ciudad universitaria de Río Piedras con 16 años en 1963, se presentó en un motín político y tiempo más tarde se buscaría un caso federal por defender la universidad pública del ROTC, un balazo por defender la operación de un periódico, una carpeta de seis volúmenes por atreverse a vivir acorde a sus principios políticos. La historia, por supuesto, es mucho más compleja, convulsa e interesante que este apretado resumen que hago aquí a modo relámpago. Para nuestra fortuna, el autor sabe contarla —en una prosa ágil, cortante e irónica— , consciente de que al hacerlo arroja luz sobre aspectos de la lucha por la independencia de Puerto Rico que aún se desconocen, o que
se han malentendido, o que aún no comprendemos del todo. Manuel, de paso, conoció a Dalton, pero esa anécdota se la dejo a él para que la cuente en estas páginas. Por ahora, me conformo con lanzar de entrada, y de sopetón, este asomo al mundo
interior de aquella generación de jóvenes que se lanzó a la calle en los 60 y 70 a luchar por la libertad de nuestro país. Escribe Manuel: "En plena madrugada salimos en grupos del campus y nos dispersamos hacia nuestras casas, sin encontrar policías en el camino. Mi familia, desde la calle Madrid que ubicaba cerca de los terrenos universitarios, debió haber escuchado los disparos pensando que el menor de sus hijos estaría frente a ellos. Su aprehensión durante aquella larga noche sería terrible, pero no creo que, en aquel momento, en la euforia de la “batalla,” me detuviera a pensar en ese otro lado de la contienda. Llegaría y me acostaría a dormir con la tranquilidad del soldado que regresa de la trinchera, sin mirar al entorno."
para ser joven, buscarse líos —al decir de Roque Dalton— y aprender a envejecer con dignidad. La referencia al poeta nicaragüense no es casual ni es capricho. Después de todo, los ocho ensayos aquí reunidos cuentan de cómo un jovencito de Moca, llegado a la ciudad universitaria de Río Piedras con 16 años en 1963, se presentó en un motín político y tiempo más tarde se buscaría un caso federal por defender la universidad pública del ROTC, un balazo por defender la operación de un periódico, una carpeta de seis volúmenes por atreverse a vivir acorde a sus principios políticos. La historia, por supuesto, es mucho más compleja, convulsa e interesante que este apretado resumen que hago aquí a modo relámpago. Para nuestra fortuna, el autor sabe contarla —en una prosa ágil, cortante e irónica— , consciente de que al hacerlo arroja luz sobre aspectos de la lucha por la independencia de Puerto Rico que aún se desconocen, o que
se han malentendido, o que aún no comprendemos del todo. Manuel, de paso, conoció a Dalton, pero esa anécdota se la dejo a él para que la cuente en estas páginas. Por ahora, me conformo con lanzar de entrada, y de sopetón, este asomo al mundo
interior de aquella generación de jóvenes que se lanzó a la calle en los 60 y 70 a luchar por la libertad de nuestro país. Escribe Manuel: "En plena madrugada salimos en grupos del campus y nos dispersamos hacia nuestras casas, sin encontrar policías en el camino. Mi familia, desde la calle Madrid que ubicaba cerca de los terrenos universitarios, debió haber escuchado los disparos pensando que el menor de sus hijos estaría frente a ellos. Su aprehensión durante aquella larga noche sería terrible, pero no creo que, en aquel momento, en la euforia de la “batalla,” me detuviera a pensar en ese otro lado de la contienda. Llegaría y me acostaría a dormir con la tranquilidad del soldado que regresa de la trinchera, sin mirar al entorno."