Los ojos del perro siberiano

por Antonio Santa Ana
$15.00

Nos quedamos un rato en silencio, envueltos en el perfume de las hierbas.  Hasta que le pregunté. --¿Por qué nunca hablamos Ezequiel?  Apoyó las cosas en el piso con mucha calma.  Estiró su mano como para acariciarme.  Me miró.  Bajó la mano.  Luego la vista y dijo en un susurro: --Hay cosas de las que es mejor no hablar.

 

Casa Editora: Norma Editorial (2001)

Páginas: 135

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